Miguel Delibes Setién nació un 17 de octubre de 1920 en Valladolid. Fue el tercero de los ocho hijos del matrimonio entre María Setién y Adolfo Delibes. El apellido Delibes, de origen occitano-francés, provenía de Toulouse; el abuelo paterno de Miguel, sobrino del compositor francés Léo Delibes, se había desplazado a España para participar en la construcción del ferrocarril en Cantabria. Su abuelo materno, Miguel María de Setién, fue un destacado abogado y político carlista.
Cursó sus estudios en el Colegio de Lourdes, donde terminó el bachillerato en 1936. Su vida se vio inmersa en la Guerra Civil Española cuando en 1938 se enroló en la Marina del ejército sublevado. En 1939, al concluir la contienda, regresó a su ciudad natal e ingresó en la Escuela de Comercio. Tras finalizar esta carrera, inició la de Derecho y se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid, lo que le sirvió para mejorar sus dotes artísticas y ser contratado en 1941 como caricaturista en El Norte de Castilla, el diario vallisoletano por excelencia. Además de realizar las caricaturas, escribía las críticas cinematográficas. Dos años más tarde, obtuvo la cátedra de Derecho mercantil, por lo que comenzó a impartir clases en la Escuela de Comercio.
El 23 de abril de 1946 contrajo matrimonio con Ángeles de Castro. Su esposa, según las palabras del propio autor, se convertiría en una imprescindible consejera literaria y en una inestimable motivación para la práctica de la escritura. De hecho, fue tras contraer matrimonio cuando comenzó la carrera literaria de Miguel Delibes. En 1947 comenzó a escribir su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, publicada en 1948 y por la que recibió el Premio Nadal, empezando así a despuntar en el panorama literario español. En 1949 publicó un nuevo libro, Aún es de día, que sufrió la acción de la censura y fue el inicio de una virulenta relación con los censores del régimen franquista, que no sólo afectó a su obra literaria sino también a su puesto como catedrático de Historia en la Escuela de Comercio, donde hubo de enfrentarse a los censores por el contenido de sus clases a la hora de tratar lo concerniente a la victoria del bando sublevado en la Guerra Civil.
En 1950 se inició una etapa muy prolífica en la carrera literaria del escritor. Ese mismo año publicó El camino, su tercera novela, y que constituyó su consagración definitiva en la narrativa española de posguerra. El escritor abrió una etapa en la que publicaba prácticamente cada año una nueva obra: Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La partida (1954), Diario de un cazador (1955), Un novelista descubre América (1956), Siestas con viento sur (1957), Diario de un emigrante (1958) y La hoja roja (1959).
En esta década también sucedieron otros hechos relevantes para el desarrollo profesional del escritor: en 1952, con tan sólo 30 años, fue nombrado subdirector del diario El Norte de Castilla. Sus enfrentamientos con la censura se volvieron cada vez más directos y frecuentes. Aún así, seis años después, en 1958, fue nombrado director de El Norte de Castilla.
Los 60 representan el apogeo de Delibes como escritor. El periodo viene marcado por el viaje que realiza el escritor a Alemania, donde visitó varias universidades. La etapa literaria se abrió con la publicación de Viejas historias de Castilla la Vieja (1960) y Por esos mundos (1961). En 1962 Delibes publicó Las ratas, uno de sus libros más paradigmáticos, con el que ganó el Premio de la Crítica; ese mismo año se rodó la versión cinematográfica de El camino.
El año siguiente fue turbulento: Delibes dimitió el 8 de junio como director de El Norte de Castilla tras varias desavenencias con Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo. En 1964 pasó seis meses en los Estados Unidos como profesor visitante del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras de la Universidad de Maryland.
El 1 de febrero de 1973 Miguel Delibes fue elegido miembro de la Real Academia Española, ocupando la silla "e minúscula". Ese mismo año, en diciembre, fue también elegido miembro de la Hispanic Society of America y publicó El príncipe destronado, su undécima novela.
El 22 de noviembre de 1974 falleció su esposa, Ángeles de Castro, a los 50 años de edad, algo que marcó profundamente al escritor para el resto de su vida.
En 1975 pronunció su discurso de ingreso en la Real Academia Española (El sentido del progreso desde mi obra) y salió a la luz su duodécima novela: Las guerras de nuestros antepasados. En los tres años siguientes, publicó varios libros sobre caza y uno sobre pesca. El periodo se cierra con la publicación de El disputado voto del señor Cayo (1978), su decimotercera novela; y en 1979 España asistió al estreno de la adaptación teatral de Cinco horas con Mario. Debido al gran éxito registrado, la representación hubo de ser repuesta en varias ocasiones.
Los años 80 y 90 fueron un periodo de reconocimientos: múltiples homenajes y premios (destacan el Príncipe de Asturias de las Letras en 1982 y el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1991), investiduras como doctor honoris causa en distintas universidades españolas y europeas, y adaptaciones exitosas de algunas de sus obras al cine y el teatro (destaca especialmente la adaptación cinematográfica de Los santos inocentes en 1984).
En 1991 publicó Señora de rojo sobre fondo gris, una clara evocación de la figura de su esposa.
Su última gran obra, El hereje, rendido homenaje a Valladolid, se publicó en 1998 y obtuvo el Premio Nacional de Narrativa. Él mismo declaró al recibir el galardón, ya con 79 años, que había colgado los trastos de escribir. Ese mismo año se le diagnosticó un cáncer de colon que le aquejaría muchos dolores y una apatía cada vez más creciente, y que le fue dejando impedido de forma progresiva. Aún así el escritor publicó algunos escritos breves y trataría de sacar adelante una nueva novela a mediados de la década del 2000. La obra, que iba a llevar por título Diario de un artrítico reumatoide, fue finalmente abandonada después de medio centenar de cuartillas manuscritas. En 2007 recibió el Premio Quijote de las Letras Españolas.
Durante los primeros días de marzo de 2010 su salud empeoró notablemente. El día 12 falleció a los 89 años de edad en su domicilio vallisoletano, a causa del cáncer que le acompañó durante más de una década.
En la obra de Miguel Delibes hay un compromiso con los valores humanos, con la autenticidad y con la justicia social. Fue un escritor crítico con la realidad y fiel a sus ideas y su entorno. Entre la temática de su obra destacan la perspectiva irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia y la representación de los hábitos y el habla propia del mundo rural. La preocupación por las consecuencias negativas para el ser humano de un progreso mal enfocado también es un tema transversal de su producción literaria.
Con un estilo directo y certero, sus novelas son un espejo social y cultural que obligan al lector a mirase en él, a sentir y reflexionar, y a no poder dejar de leer sus libros una vez empezada la lectura.
Por eso releer a Miguel Delibes o leerlo por primera vez es siempre una experiencia única. Os invitamos encarecidamente a ello.