El teatro del Grand Guignol de París constituye uno de los episodios más fascinantes en la historia contemporánea de las artes escénicas. Esta pequeña compañía, cuyo nombre era también el de la sala que fue su sede, desarrolló una actividad dramática del todo sorprendente. Aunque su repertorio, compuesto enteramente por piezas de teatro breve, abarcaba todo tipo de géneros, fue el terror grotesco, excéntrico y perturbador su principal reclamo y el motivo por el que aún hoy día, más de sesenta años después de su cierre, sigue fascinando a los aficionados al arte dramático. En las piezas de terror del Grand Guignol acontecían, ante los ojos del atónito espectador, todo tipo de actos de sadismo y barbarie, brillantemente apoyados por unos efectos escénicos ejecutados con una pericia más que notable. Este volumen recorre la historia de la compañía, examina su repertorio y sus recursos dramáticos y ofrece al lector, en definitiva, un retrato de lo que fue el más peculiar ejemplo de teatro del terror en el siglo XX.Alejandro Ocaña Fernández (Ceuta, 1968) cursó estudios superiores en las universidades de Córdoba y Málaga, ciudad donde reside. Ejerce como abogado desde 1995 y es máster en Desarrollos Sociales de la Cultura Artística, así como doctor en Historia del Arte, por la Universidad de Málaga. Su labor como abogado se ha desarrollado principalmente en el ámbito del Derecho del Trabajo, habiendo prestado servicios para diversas instituciones públicas y sindicales. En cuanto a su dedicación a la Historia del Arte, su línea de investigación ha girado en torno a las artes del espectáculo, en general y, las artes escénicas, en particular. Los resultados de estos trabajos de investigación, que continúan a día de hoy, han salido a luz en forma de artículos en revistas y colaboraciones en libros especializados, así como en ponencias y comunicaciones presentadas en congresos nacionales e internacionales.