Tras conquistar todos los registros de la creación teatral, Ignacio Amestoy, una de las figuras más importantes de la dramaturgia actual de nuestro país, experto en teatro clásico y gran retratista del alma humana, se atreve ahora con el público más exigente: los niños. En estas dos obras, cuatro figuras infantiles se enfrentan al amor y la muerte e interpelan al lector/espectador en una búsqueda universal de respuestas.Detrás de las estrellas está una madre que se fue, pero permanece en la trascendencia fantástica de los sueños, tras la bandera, la muy dolorosa experiencia de una guerra fratricida que continúa enterrada en las cunetas. Junto a los niños, abuelos y bisabuelos, piedra fundacional de nuestra niñez, y, como trasfondo, la magia que nos abandona un poco al hacernos adultos, pero a la que volvemos a través del juego de la ficción.Ignacio Amestoy Egiguren es doctor en Estudios Teatrales (UCM), fue profesor titular de Literatura Dramática en la RESAD, que dirigió, y es secretario general del Círculo deBellas Artes. Galardonado en dos ocasiones con el Lope de Vega, en 2002 se le concedió el Premio Nacional de Literatura Dramática por Cierra bien la puerta, pieza que forma, con Rondó para dos mujeres y dos hombres, Chocolate para desayunar (ambas en el no 368 de esta misma colección) y De Jerusalén a Jericó, una tetralogía sobre la mujer en el siglo xxi. Su última publicación en Fundamentos fue Te quiero, Miguel y Aquiles tiene un problema (2022).