PETIZZELLI, JOHN
La lectura de El Conjuro de los Cardos me ha provocado muchas sensaciones encontradas y creo que ese es el mayor valor que puede tener un libro: que te emocione, que no te deje indiferente, que quede un poso una vez terminada la lectura. Es un libro para leer despacio, paladeando cada texto y cada imagen u dándose tiempo para asimilarlas. Yo lo describiría como una tierra fragmentada, a través de la cual vamos caminando y uniendo piezas hasta componer un todo lleno de significaso, un caleidoscopio de lugares y momentos que pudieran, por qué no, contener el mundo. Y es que, al final, ¿qué somos, sino un conjunto de fragmentos rotos de lo que hemos vivido? Arantxa Rocher, escritora y periodista. autora de Jaulas de aire (Editorial Torre)