CALDERÓN DE LA BARCA, PEDRO
Estamos ante una de la grandes obras maestras de Calderón de la Barca. Una obra que ha recogido grandes elogios de diversas tradiciones teatrales europeas como la alemana, la polaca o la rusa. Una obra que llevó a Goethe es decir en 1804, en una carta a Schiller, que si toda la poesía del mundo desapareciera, sería posible rescontruirla sobre la base de El príncipe constante.