Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, ha recorrido un largo camino desde la región andina de Mendoza (Argentina), donde nació en 1932, hasta este año 2014 en el que se le concede el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Y lo tiene bien merecido.
Le ha acompañado gran parte del camino su principal personaje: Mafalda. La niña morena y enemiga de la sopa, contestataria, en constante contradicción con los adultos y crítica con el mundo que la rodea, nació el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana, de Buenos Aires. En 1965, con el paso de las tiras cómicas al periódico El Mundo (en el que Quino publicará seis tiras por semana), se inicia el imparable éxito del personaje, que cruza las fronteras argentinas para conquistar toda Latinoamérica y luego se extiende a Europa, ganando una posición de liderazgo en el imaginario colectivo. En 1973, en pleno auge del éxito y la fama mundial de la niña respondona y mordaz, Quino toma la decisión de dejar de dibujar tiras de Mafalda, para centrarse en otros proyectos que ha seguido desarrollando a lo largo de los años.
Pero Mafalda y todos los personajes que pueblan sus viñetas ya tenían vida propia, y han seguido acompañando a una generación tras otra hasta nuestros días. Y es que Mafalda es atemporal, como son atemporales todas las inquietudes, pensamientos, críticas... que, con inteligencia, sentimiento e ironía, Quino ha puesto en boca de Mafalda y sus compañeros de viñetas.
A día de hoy los libros de Mafalda siguen reimprimiéndose a lo largo y ancho de ese globo terráqueo que tanto preocupa a la niña, sus historias han sido llevadas al cine y la televisión... Mafalda es por derecho propio un referente colectivo. Estos 50 años le han sentado muy bien; le esperan muchos más por delante.
¡FELICIDADES, MAFALDA!