Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
J. L. Borges
Los orígenes conocidos del ajedrez se remontan al siglo VI, un juego llamado chaturanga que se practicaba en la India y que rápidamente se extendió al Imperio Persa con el nombre de shatranj. Pero fueron los árabes los que contribuyeron decisivamente a su expansión a partir del siglo VIII. A lo largo de los siguientes siglos el ajedrez sufrió diversas modificaciones en sus reglas, hasta que en el siglo XV se fijan las normas que aún hoy rigen este juego.
El éxito del ajedrez y su perdurabilidad a través del tiempo tal vez se deba a su carácter táctico, que exige de los jugadores lógica, estrategia, arrojo y lucidez mental, y que deja poco espacio para el azar en la resolución de la partida. Pero además, el propio tablero (con su dualidad negro/blanco, lucha de opuestos) y las fichas (cada una con sus propias características y reglas, con sus propias personalidades), son el escenario perfecto para suscitar metáforas y simbologías relacionadas con el devenir de la vida. Por eso el ajedrez ha sido usado ampliamente en la literatura, el cine y el arte en general.
Nosotros os proponemos una selección de libros para ahondar en el ajedrez, tanto en su aspecto simbólico, filosófico y literario como en su historia y las normas y estrategias que lo definen.
Disfrutad de las lecturas y disfrutad de una buena partida de ajedrez.