¡Qué gran personaje!, se hace querer y odiar al mismo tiempo. Es un pobre loco (o no tanto), un outsider y una persona insufrible. Con unos delirios de grandeza y una distorsión de la realidad que nos regala unos momentos hilarantes. Por otro lado he visto a Ignatius como una persona libre y al mismo tiempo como un prisionero de su personalidad. Libre porque su vida no gira en torno al dinero ni la opinión que puedan tener de él los demás, pero su inadaptabilidad le convierte en un marginado que nadie quiere tener cerca. La novela trata muchos temas que Ignatius afronta a su peculiar modo: La esclavitud, el racismo, la homosexualidad, el sistema capitalista, los derechos laborales, el sueño americano, la salud mental, la amistad... Creo que es una novela muy completa que muy probablemente releeré en el futuro.