Un grupo de indígenas norteamericanos de la tribu de los navajos se disponían a saquear un poblado de unas de las pacíficas etnias que habitaban lo que hoy es Nuevo México, los indios pueblo, cuando advirtieron que otra tribu de saqueadores se les había adelantado. Y ahí comenzó una persecución, una carrera por la supervivencia, entre los clanes que moraban aquellas tierras (apaches, navajos, neeatsil, indios pueblo, shawnee, y mexicas) cuyo desenlace es de lo más inesperado, y el perro, el animal más preciado.