ROSTAND, EDMOND
La obra Cyrano de Bergerac (1897) del francés Edmond Rostand (1868 1918) es extraña, magistral y a la vez íntima y efectista. La tensión sostenida de fuertes pasiones y elegantes juegos verbales, no decae un momento y arrastra al espectador o al lector, cada vez que este singular y narigudo espadachín, culto como el que más, cínico y tierno, sube a la escena o aparece una nueva edición y esconde tras sus bravatas su desesperado amor por Roxana.