De humani corporis fabrica libri septem (1543), de Andrés Vesalio, es considerada la obra médica más importante de la historia y un punto de inflexión en la anatomía moderna y la ilustración científica. Este ensayo analiza la vida de Vesalio y el contexto en el que se gestó la Fabrica. Aunque su obra se ha interpretado como una ruptura con el conocimiento anterior, las transiciones en la iconografía anatómica fueron graduales. Vesalio se basó en observaciones directas durante las disecciones, rompiendo con el galenismo ortodoxo. El éxito de la Fabrica se debió a la visión de Vesalio y su experiencia con las Tabulae Anatomicae Sex (1538), la colaboración con excelentes ilustradores y la decisión de imprimir en Basilea. Vesalio estudió en Bruselas, Lovaina, París y Padua, donde se doctoró en 1537 y fue contratado como profesor de anatomía. El acceso a disecciones le permitió realizar observaciones propias y utilizar ilustraciones y modelos tridimensionales en la enseñanza. Comenzó a escribir la Fabrica en 1540, publicándola en 1543 junto con el Epitome, un compendio para estudiantes. Las impactantes ilustraciones de la obra, aunque atribuidas a Jan Stephan van Calcar, podrían ser el resultado de un trabajo compartido con artistas vinculados al taller de Tiziano. Tras la publicación, Vesalio fue nombrado médico de la corte de Carlos V y continuó sirviendo a Felipe II, quien lo nombró Conde Palatino. La Fabrica provocó controversias, pero acabó imponiéndose como obra de referencia en la anatomía, siendo imitada y plagiada. Vesalio murió en 1564, tras una peregrinación a Jerusalén. Este ensayo desentraña la evolución de su pensamiento y sus decisiones, analizando el papel de los libros y las ilustraciones anatómicas, así como su impacto en la anatomía moderna. El hilo conductor son los libros y el legado de un visionario cuyo trabajo revolucionó la medicina.